La Voz Interior - Eileen Caddy
1) No dejes de dar gracias por
cada lección que aprendas, por muy difícil que resulte. Date cuenta de solo lo
mejor puede venir de ella, y de que cada dificultad no es sino un paso que te
permite avanzar en el camino. Hay lecciones importantes que deben aprenderse, y
cuanto antes lo hagas, mejor.
No intentes eludirlas, o
proseguir dando un rodeo; en lugar de eso, tenlas por lo que son, y afróntalas
directamente y del modo justo. No seas como la aguja de un gramófono, enganchada
en un surco, repitiendo las mismas faltas una y otra vez. Si quieres cambiar,
puedes hacerlo. Si quieres ser diferente y llevar una vida victoriosa, solamente
has de decidir que vas a hacerlo y podrás. ¿Por qué no empezar ahora viendo lo
mejor en la vida, y disfrutando de ella tal como lo merece?
2) Fluye con la corriente, no
contra ella. Cuando sientas que es necesario cambiar, estate dispuesta(o) a
cambiar y hazlo sin intentar resistirte. Muéstrate muy flexible. Mantente
abierta(o), y nunca permitas que tu actitud sea “lo que fue bastante bueno para
mis padres también lo es para mi”. No vendrá cambio alguno si esa es tu
actitud, y han de venir cambios. Lo nuevo no puede encajar en el viejo molde
porque lo nuevo ha desbordado lo viejo y necesita más espacio. Dale más espacio
expandiéndote a la par.
No tiene por qué ser un proceso
doloroso si no hay resistencia. Cuando una planta está en una maceta, hay que
cambiarla para dejar que sus raíces crezcan. Cuando tu conciencia ya ha
superado las viejas concepciones necesita que se le deje espacio para expandirse
en ámbitos nuevos. Ese proceso puede ocurrir de una forma muy natural; no es
preciso que haya esfuerzo o tensión. Tan sólo abandónate, relájate y
siéntete cambiar y expandirte de una forma tan natural como la respiración,
saliendo de lo viejo y entrando en lo nuevo.
3) Deja atrás el ayer y no
pierdas más tiempo deteniéndote en las faltas y fracasos que tal vez hayan
echado a perder el día; eso ya ha pasado. Da gracias por un día nuevo, por un día
sin estropear. Es un ahora puro y glorioso, y de ti depende que así lo siga siendo.
De ti depende adentrarte con firmeza en él con una absoluta fe y confianza de
que va a ser un día maravilloso. Todo va a encajar a la perfección; todo va a
transcurrir con suavidad. Va a ser un gozo y un deleite hablar con todas las
personas que encuentres, y ni un pensamiento negativo o desagradable va a
entrar en tu conciencia.
En la novedad del día, todo
está muy, muy bien. Todo es perfecto, y así vas a hacer que siga siendo con Mi
ayuda y guía constantes, siendo muy consciente de Mí y de Mi divina presencia,
y esperando en Mí con sosiego y confianza.
4) Cuando explores de un modo diligente, con toda seguridad encontrarás lo que buscas, tu unión conmigo, la Fuente de toda vida. Pero has de emplear tiempo en buscar. Eso es algo que no te va a caer llovido del cielo sin un deseo profundo por tu parte de conocerme, de conocer la verdad, y de buscar hasta saber lo que eso significa para ti. Esa profunda experiencia espiritual de conocimiento interno sólo les llega a las almas que quieren saber; por tanto, no te dediques a superficializar vagamente en esas experiencias espirituales. De ti depende ir adelante y experimentarlo en tu interior.
¡Qué absolutamente vacía y fútil
es la vida hasta que comienzas a vivirla plenamente y lo sometes todo a examen
para comprobar si esta vida espiritual es algo práctico y merece la pena
vivirse! Comienza ahora a hacer algo al respecto. No consientas que sea una espiritualidad
de sofá. Que sea viva y vibrante y que todos puedan verla. Déjame verte
empezar a vivir una vida ahora.