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viernes, 30 de julio de 2010

Vacaciones

He aquí que alguien se va de vacaciones, y ante la puerta de su casa pronuncia una pequeña oración: «Señor, protege mi casa de los ladrones.» Mira que bien: es el Señor quien debe vigilar su casa, y él, mientras tanto, ¡va de paseo y a divertirse! Y si a su regreso encuentra que han robado en su casa, evidentemente se sentirá furioso contra el Señor porque no ha hecho bien su trabajo. ¿Acaso creía verdaderamente que el Señor, el pobre, se tomaría la molestia de vigilar una casa mientras él estaba de vacaciones? Pero ¿cómo consideran los humanos al Señor?... No debemos pues sorprendernos si, de vez en cuando, los espíritus de arriba deciden dar una lección a un buen hombre descuidado que confunde al Señor con su portero: envían a algunos bribones para que le desvalijen.

Diréis: «¿Pero entonces, acaso está prohibido pedirle al Señor que proteja nuestra casa?» No, pero en primer lugar, no debéis imaginar que será Él quien lo haga, es necesario pedirle más humildemente que envíe a uno de sus servidores. Después, es preciso que nosotros prometamos algo: prometer que observaremos tal norma de sabiduría, de honestidad y de bondad. Es así como se crearán las condiciones para ser escuchado. Siempre debemos dar algo a cambio de lo que pedimos."


Omraam Mikhaël Aïvanhov


"Más allá de lo que vemos, nuestro cuerpo físico está provisto de una especie de antenas etéricas gracias a las cuales entra en comunicación con toda la naturaleza: emite ondas y las recibe. Desde la más remota Antigüedad, se sabe que un cuerpo desnudo está dotado de poderes mágicos que pierde cuando está vestido.

Así, los hombres y mujeres que saben como exponerse desnudos a las influencias de la tierra, del aire, del agua y del sol, pueden utilizarlas para su trabajo espiritual, ya que lo apoyan y refuerzan. Pero lo que también hay que saber, es que estas antenas que posee el cuerpo físico atraen indistintamente corrientes buenas y malas. Por esto, si os exponéis desnudos, o casi desnudos, como es el caso de las playas en verano, estad atentos. Sólo podréis hacerlo sin peligro si sabéis cerraros a todas las corrientes negativas, tenebrosas, y únicamente abriros a las corrientes luminosas y divinas. Y aún así, sólo lograréis protegeros mediante un trabajo con el pensamiento."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

martes, 6 de julio de 2010

Maestro o Instructor:

"El profesor, cuando termina de dar clase, ya no se ocupa más de sus alumnos, regresa a su casa donde reemprende sus actividades personales, sus pensamientos, sus sentimientos y sus problemas.
Ha dado su clase y se acabó. Mientras que un Maestro espiritual, se ocupa incesantemente de sus discípulos: de día, de noche, cuando come, cuando trabaja, cuando duerme, piensa en su alma, en su espíritu, y es así como les ayuda cada día sin cesar.

Os preguntaréis cómo es ello posible. ¡Simplemente porque un Iniciado es libre! Y cuando uno es libre, cuando ha resuelto sus propios problemas personales, es cuando se puede ayudar a sus amigos, a sus discípulos, a sus alumnos. Mientras que si uno permanece siempre demasiado atrapado, comprometido y enredado en sus propios asuntos, como es el caso de la mayoría de los humanos, ¿qué se puede hacer por los demás?... He aquí una diferencia más entre un verdadero Maestro espiritual y un instructor corriente."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

El “Aquí y Ahora”

"Cuando os despertéis por la mañana, pensad que este instante es el más importante del día. ¿Por qué?... Porque de él dependerá el resto de este día, y que de este día también dependerá cómo será vuestra vida en el futuro.
Jesús, que sabía esto, dijo: «No os preocupéis por el día de mañana, porque el día de mañana se preocupará de sí mismo. A cada día le basta su propia malicia.»

No preocuparse por el mañana, sí, pero a condición de pensar en el día de hoy, de vivir bien el día de hoy, si no cada día de mañana os lo pasaréis reparando las consecuencias de las faltas cometidas la víspera. Todos los que se ocupan de su futuro, despreciando las veinticuatro horas presentes, han dejado lagunas por todas partes en su existencia, y se hallan de nuevo en la tierra para corregir, reparar y sufrir. Si por lo menos lográis vivir bien veinticuatro horas, preparáis las veinticuatro horas futuras, no tenéis nada que reparar y el programa que se presenta es fácil de ejecutar: el terreno está desbrozado, no hay obstrucciones y así la vida es más fácil. Pero sobre todo comenzad por vivir bien los primeros instantes de este día para preparar las horas siguientes."

Omraam Mikhaël Aïvanhov


El Cerebro
"Las lagunas y las imperfecciones de los seres no son debidas a que su espíritu sea deficiente. Las deficiencias provienen de los instrumentos físicos de los que dispone el espíritu para manifestarse, y uno de estos instrumentos privilegiados es evidentemente el cerebro. Cuando nos encontramos con un disminuido psíquico debemos saber que no es que su espíritu sea débil – su espíritu es quizás el de un gran sabio – sino que el instrumento material mediante el cual debe manifestarse, el cerebro, se halla deteriorado. Dad un violín con las cuerdas flojas a un violinista: aunque sea el mayor virtuoso del mundo, no podrá tocar. El espíritu también es un gran virtuoso, pero para tocar necesita un buen instrumento.

Se espera demasiado del espíritu: se le proporciona un cuerpo deteriorado y se espera que haga maravillas. Pues no, no puede hacerlo. Y si empleamos otra imagen, es como si quisiéramos hacer saltar una chispa de una cerilla húmeda; es imposible."

Omraam Mikhaël Aïvanhov


El conocimiento

"Jesús dijo: «La vida eterna es conocerte a Tí, único Dios verdadero.» Dios es omnisciente, todo amor y todopoderoso. Para estar vivo, debemos pues llegar a conocerle en estas tres cualidades, y para ello cada célula de nuestro cuerpo debe participar en esta inmensa tarea.

Conocer a Dios es no sólo introducir la luz en nuestro intelecto, sino también la pureza en nuestro corazón y obrar de tal modo que nuestros actos nos den la libertad. ¿Sois conscientes que cada uno de vuestros actos debe tener por objeto liberaros? No, por esto la mayoría de las veces sólo sirven para esclavizaros. Cuando meditáis, pensad que cada célula de vuestro cuerpo puede participar en este conocimiento de Dios que nos da la vida eterna.¡Qué error es creer que el conocimiento es únicamente una facultad mental!"

Omraam Mikhaël Aïvanhov