1) "¿Cómo definir al ser humano? La naturaleza inferior y la naturaleza superior están tan inextricablemente mezcladas en él, que resulta imposible decir dónde acaba una y dónde comienza la otra. La Divinidad habita en todos los seres, incluso en los menos evolucionados; la diferencia está en la conciencia.
Dios está presente de la misma manera y también plenamente, tanto entre las personas más groseras y las más amorales, como en un Maestro espiritual; pero debido a que estas gentes groseras y amorales no son conscientes de que la divinidad habita en ellas, le impiden manifestarse. De esta forma, hay seres y lugares donde la presencia divina no se manifiesta porque se han cerrado a ella y no la aceptan.
Dios existe en nosotros y quiere manifestarse en toda su belleza, su poder, su luz, su amor. Nos corresponde pues a nosotros tomar conciencia de esta presencia y de trabajar para hacerla vivir cada día más intensamente en nosotros."2)"Supongamos que un joven quiere ser ingeniero. Debe forzosamente aceptar un programa de estudios, y si está verdaderamente hecho para esta profesión, sus estudios contribuirán a la realización del programa que lleva inscrito en su alma.
Desgraciadamente, bajo el efecto de toda clase de presiones exteriores, pero también empujados por sus ambiciones personales, muchos hombres y mujeres son conducidos a escoger profesiones que no favorecen su desarrollo espiritual.
Resulta imposible escapar a las limitaciones impuestas por la familia, la sociedad, pero en la medida que podáis, escoged una actividad que os permita vivir conforme al programa inscrito en vuestra alma. Este programa es el que Jesús ya dio hace dos mil años: «Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto». Acercarse cada día más a la perfección del Padre celestial, he aquí el solo, el único programa válido para todo el género humano."
3)"Cada actividad de la vida cotidiana contiene una enseñanza que debéis meditar. Sabéis, por ejemplo, que cada día debéis consagrar, al menos unos minutos, a dejar vuestra casa limpia y en orden, si no la existencia se tornaría rápidamente insoportable. Así pues, ¿por qué todavía no habéis comprendido la necesidad de limpiar y de poner orden en vuestro fuero interior con la misma paciencia, la misma regularidad, la misma tenacidad? Evidentemente, si vuestra casa se ha ensuciado demasiado, está repleta de obstáculos o demasiado deteriorada, tenéis siempre la posibilidad de trasladaros a vivir a otro lugar. ¡Pero intentad trasladaros fuera de vosotros mismos!
Cada día, incansablemente, debéis visitar vuestro fuero interior y decir: «veamos, ¿qué es lo que no funciona?», y evitar que las cosas se deterioren, que el polvo se acumule, las basuras se amontonen, de lo contrario llegará un día en que será demasiado tarde para remediar la situación. Cada día, varias veces al día, es necesario hacer limpieza, es decir restablecer el orden, la pureza, la paz y la armonía en uno mismo
Omraam Mikhaël Aïvanhov