"Nada puede evolucionar si primero no ha involucionado. Por esto, lo que la ciencia llama « la evolución de las especies » ha ido precedido necesariamente por un movimiento de involución. Esto escierto para las criaturas y también es cierto para la materia. Antes de la evolución de la materia, se produjo la involución del espíritu. Los partidarios de la evolución sólo han observado las cosas desde el exterior, desde el punto de vista de la organización de la materia, sin tener en cuenta las fuerzas invisibles que antes habían trabajado sobre ella.
La evolución no es más que la mitad de un proceso de manifestación. Si lo observamos aisladamente, lo separamos de la verdad de la vida. Tomado aisladamente, este proceso no tiene cabida en la naturaleza. No se puede probar que la evolución sea posible sin que un impulso la haya previamente puesto en marcha y siga manteniéndolo. Y este impulso viene de arriba. Primero descendió el espíritu, y si vemos cómo evoluciona la materia, es porque ha sido arrastrada por el movimiento ascendente del
espíritu que la hace volver a subir hasta su lugar de origen."
Omraam Mikhaël Aïvanhov