"Todo lo que dice la Biblia es exacto, quizás no exacto según los criterios del intelecto, que siempre se ajusta a la letra de los textos, pero sí exacto para el alma y para el espíritu. Éste es el significado de la parábola de San Pablo en la Segunda Epístola a los Corintios: «La letra mata y el espíritu da vida.» Las verdades que se relatan en la Biblia han sido vividas por espíritus excepcionales. Para comprenderlas, debemos esforzarnos en seguirlas hasta las regiones donde ellos mismos lograron elevarse, y entrar por lo tanto en su visión de las cosas. Para interpretar las parábolas que utiliza Jesús, por ejemplo, se necesita conocer otra ciencia: la ciencia de los símbolos que sólo puede ser adquirida mediante el ejercicio de las facultades del alma y del espíritu.
Sólo comprenderemos los textos sagrados de todas las religiones cuando logremos vibrar en la misma longitud de onda que sus autores; sino su lengua, su verdadera lengua nos resultará extraña. Debemos sentir lo que ellos mismos sintieron, vivir lo que ellos mismos vivieron, es decir elevarnos hasta su nivel de conciencia; y entonces sí que ¡verdaderamente surgirá la luz! Pero este elevado nivel de conciencia sólo puede ser alcanzado si nos mostramos más atentos y más respetuosos con las leyes del mundo espiritual."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
