"Mediante el intelecto podemos conocer el mundo físico y algo del mundo psíquico, pero nada más. El intelecto es de hecho una facultad muy reducida que no nos permite conocer toda la verdad. Coged una rosa, por ejemplo: la verdad de la rosa, no está sólo en su forma, su color y su perfume, sino en una emanación, una existencia, un alma que no se puede captar mediante el intelecto; para conocerla, es necesario penetrar dentro de todo este conjunto de elementos que hacen que sea una rosa, y entonces captar su quintaesencia. Y lo mismo sucede con el ser humano: la verdad sobre él engloba todo lo que le concierne, no sólo su cuerpo físico, sino sus pensamientos, sus sentimientos, sus deseos, sus aspiraciones más elevadas... Mientras no las conozcáis, no sabéis la verdad sobre él. Conocéis la apariencia, pero no la verdad. La verdad es una síntesis que sólo puede ser conocida por el espíritu."
Omraam Mikhaël Aïvanhov