Cuando la
demostración no llega, significa que no has hecho el trabajo suficiente o que
por alguna razón, el tiempo no está consumado para que esa condición cambie.
Afirma que hay armonía divina y luego olvídate de él, pero no lo borres. Tu
tratamiento será tan efectivo como piensas que será. Lo que amarres en tus
verdaderas creencias será ligado a ti y aquello que dejes con la misma
convicción, será soltado.
¿Qué es en lo
que crees en realidad? Esta es una pregunta vital, porque es tu verdadera
creencia la que determina tu destino. Lo que importa es como un hombre piense
en su corazón, dice la Biblia; y esto significa una convicción de corazón. Si
deseas saber en qué crees verdaderamente, puedes descubrirlo con facilidad.
Simplemente observa lo que haces. Siempre hacemos lo que creemos, aunque con
frecuencia hablemos de diferente manera. Observa lo que haces y esto te dará
una pista de tus verdaderas creencias. Si las condiciones en tu vida no son de
tu agrado, si sientes que no estás haciendo lo mejor de tu vida, cambia tus
creencias. Tus creencias actuales deben ser erróneas, si ellas no están
produciendo armonía y satisfacción, por lo tanto cámbialas y los resultados
cambiarán también. Comienza creyendo en la salud y mantenla. Comienza creyendo
en la prosperidad y mantenla. Comienza creyendo en el Cristo en aquellos que te
rodean y mantenlo. Comienza creyendo que tu Propia Condición Divina se está
desarrollando con rapidez y mantenla. Cree en estas cosas en tu corazón y actúa
como si las creyeras y los resultados te sorprenderán.
Bendiciones de Luz,
Sylmagica