1) Si intentas razonar los eventos e intentas entender al Señor, no llegas
a ninguna parte. No te metas en la lógica. Simplemente intenta participar en
las actividades de buena voluntad y rézale al Señor, el Señor te bendecirá y tu
mente se estabilizará. Si visualizas al Señor en el interior, poco a poco verás
al Señor de forma similar a ti pero con más luz. Esto es porque el Señor
adquiere tu forma dentro de ti. Esto es similar al espacio o agua adquiriendo
la forma del contenedor. Esto es como cuando se dice: “Dios creo al hombre a su
imagen y semejanza”. Cuando visualizamos al Señor en nuestro centro del
corazón, vemos al Señor de manera similar a nuestra forma pero con más brillo.
Es una forma de luz dorada. Deberíamos comprender que somos su reflejo. Él es
además “YO SOY” y nosotros somos también: “YO SOY”.
#2)
Si solo vemos la personalidad, no importa cuántas veces continuamos
escuchando que todo son formas divinas, no sirve para nada. A veces, pequeños
insectos entran en nuestra casa, y no podemos dormir hasta que nos deshacemos
de ellos. ¿Cómo podemos ver el UNO en ellos? A través de la Enseñanza
aprendemos y nos elevamos hacia el UNO. Que la Luz que mora en Mi sea para ver
esto.
Dr. K. Parvathi Kumar