El universo trabaja bajo un orden perfecto. En el no hay accidentes ni
casualidades. Todo tiene su razón de ser Sin leyes... ¡nada funcionaría!. Así
como en nuestra vida personal y dentro de nuestra sociedad hacen falta orden,
de igual manera en el Universo. ¿Te imaginas una tienda que abriera y cerrara
sin horario fijo? ¿Te imaginas los semáforos funcionando sin horarios y sin
sincronía? ¿calles sin orden en la circulación? ¿Escuelas sin horarios ni
materias organizadas?.
De igual manera en el Universo. Dios ha creado leyes que funcionan por
si solas, no hace falta su inspección ni su eterna presencia en esta Tierra para
hacer valer dichas leyes. Cuando vivimos en sintonía con las leyes universales
vivimos en armonía con el TODO. Estamos en armonía con nosotros mismos, nuestra
familia, nuestros amigos, nuestra sociedad, nuestro trabajo, nuestra mente,
nuestras emociones, nuestra salud y por supuesto, con la vida misma. Es
entonces cuando podemos vivir una evolución continua y un crecimiento
permanente.
Al conocer el funcionamiento del universo, la inseguridad y el miedo
dejan de regir nuestra vida porque al conocer las leyes, ya sabremos los
efectos que estamos creando. El vivir respetando las leyes universales, es vivir en sintonía con el
universo, significa vivir protegidos, es como si estuviéramos dentro de una
gran burbuja que nos envuelve en amor y nos protege de nuestro entorno, y de
cualquier agresión o peligro. Al vivir en sintonía, conocemos el propósito de
nuestra vida y logramos comprender el sentido profundo de los sucesos que
vivimos. Hechos que anteriormente eran injustos o incomprensibles, toman un
matiz en nosotros y lejos de producir dolor, nos quedan como enseñanza para
superarnos y trascender.
El transgredir las leyes universales, tendrá una repercusión en nuestra
vida, seamos conscientes o no de ello Si elegimos continuar así, viviremos
entonces a través de la desunión y el deterioro de nuestra persona. Nuestra
vida se verá estancada sin ver progreso alguno de nuestros proyectos. Nos
encontraremos a influencias externas, toda agresión, peligro y sufrimiento será
cotidiano para nosotros.
Nuestra vida se hallará envuelta en el dolor y el sufrimiento al no
comprender los hechos que nos ocurren atribuyéndoselos a la mala suerte, a
nuestro destino, al desamor o la indiferencia de nuestra familia o al entorno e
incluso al abandono de Dios, dejando a un lado la responsabilidad de nuestras
acciones y la responsabilidad de nuestra vida es lo primordial para poder
llevar el timón de la misma. Al no comprender el funcionamiento del universo y
de la vida misma, nos sentimos indefensos y llenos de incertidumbre.
Las leyes universales nos dan 3 elementos básicos para cambiar
totalmente nuestra calidad de vida.
· Fuerza, porque actuamos con decisión y con fe, aún en los momentos adversos.
· Eficiencia, porque con poco esfuerzo obtenemos mejores resultados.
· Serenidad, que nos permite tener paz y alegría interior para disfrutar
de la vida en plenitud.
Hay una frase en los Upanishads (que es la parte metafísica de los
Vedas) que dice:
“QUIEN PUEDE VER ESTO, NO VE LA MUERTE, NO LO DOMINA LA ENFERMEDAD NI EL
SUFRIMIENTO.
QUIEN LO COMPRENDE, PERCIBE DESDE LA ESENCIA DE LAS NATURALEZAS MUNDANAS
HASTA LA FORMACIÓN DE LOS UNIVERSOS.
QUIEN CAPTA LA REALIZACIÓN DE ESTE CONCEPTO, PERCIBE TODO LO QUE EXISTE,
Y ALCANZA TODO POR DOQUIER, SIEMPRE CENTRADO EN UN NO.
Referencia: Harumi Puertos