"Durante nueve meses el niño que ha de nacer se encuentra en una especie de noche y todo se prepara en esta noche. En la oscuridad del seno materno es donde se forman los órganos de su cuerpo: sus pulmones, su corazón, su cerebro… Si esta construcción no se efectúa en buenas condiciones, su vida a la luz del día se verá comprometida, porque el día, es decir la existencia en la tierra, depende de esta noche, la gestación.
Cualquier manifestación puede ser comparada al paso de la noche al día,… o también con el devanado progresivo de una madeja formada por hilos de colores diferentes. La manifestación representa el desenrollamiento de los hilos, pero los hilos sólo pueden ser los mismos que fueron enrollados. Así pues, si no os esforzáis en trabajar con la sabiduría, ¡no esperéis sacar a la luz la sabiduría de vuestra cabeza! Todo lo que se quiere manifestar debe haber sido preparado mucho tiempo antes. No os engañéis: para producir algo verdaderamente acabado en el mundo visible, es preciso haber trabajado mucho tiempo en el mundo invisible."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
"La sabiduría, el amor, la belleza de Dios no tienen límites. Cuanto más nos elevamos en la escalera de la evolución, más capaces somos de captar las realidades sutiles. Y sin embargo, aunque cada día nos acerquemos a Dios, jamás lograremos sondear completamente su misterio. Sobre el Ser supremo, sólo nos ha sido dado percibir, por así decirlo… ¡los pies! Pero podemos conocer sus nombres, ésta es una ciencia que ha sido descrita en detalle por la Cábala, y ella nos ilumina ya mucho.
Ninguna criatura, quienquiera que sea, puede conocer a Dios en su infinito, en su eternidad, y así está bien. Seguiremos buscándole, estudiándole y nos alegraremos. Siempre habrá algo para descubrir porque las formas son infinitas, y en el universo siempre se producen nuevas combinaciones de elementos. Sería terrible no tener nada más que aprender, que comprender, sólo quedaría morir. Pero Dios es la vida eterna."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Bendiciones de Luz,
Sylvia