No dejes de dar gracias por cada
lección que aprendas, por muy difícil
que resulte. Date cuenta de solo lo mejor puede venir de ella, y de que cada
dificultad no es sino un paso que te permite avanzar en el camino. Hay lecciones
importantes que deben aprenderse, y cuanto antes lo hagas, mejor.
No intentes eludirlas, o proseguir dando un rodeo; en lugar de eso, tenlas por lo que son, y afróntalas directamente y del modo justo. No seas como la aguja de un gramófono, enganchada en un surco, repitiendo las mismas faltas una y otra vez. Si quieres cambiar, puedes hacerlo. Si quieres ser diferente y llevar una vida victoriosa, solamente has de decidir que vas a hacerlo y podrás.
¿Por qué no empezar ahora viendo lo mejor en la vida, y disfrutando de ella
tal como lo merece?
Referencia: Eileen Caddy.